En la vida cotidiana, el mindfulness nos invita a experimentar el presente y estar presentes sin juzgarnos. Hay varias técnicas que podemos aprender y practicar para relajar y/o activar nuestro cuerpo, mente y espíritu. A menudo asociamos la meditación con estar sentados o acostados intentando vaciar la mente. Sin embargo, quiero aseguraros que hay muchas otras formas de practicar el mindfulness, y los participantes siempre quedan impactados positivamente con las actividades que realizamos porque realmente funcionan.
Nur Garriga
Coach, Terapeuta, Facilitadora, Formadora y
Asesora de PNL y Sanadora con Shamanic Healing
El mindfulness, o atención plena, puede ser una práctica transformadora cuando se incorpora a tu día a día, aportando beneficios tanto en ámbitos personales como laborales. En el artículo de hoy, queremos ofrecerte algunas de las muchas maneras de integrar esta práctica en tu día a día.
Meditación adaptada a tus necesidades
Meditación Breve:
Encuentra unos minutos cada día para una meditación corta. Concéntrate en la respiración nasal siempre que sea posible, observa los pensamientos sin juzgarlos y disfruta del momento presente.
Atención Plena en las Tareas Diarias:
Durante las tareas diarias, como comer o hacer la limpieza, practica la atención plena. Presta atención a los detalles, los olores y los sabores sin dejar que la mente se disperse.
Respiración Consciente:
En momentos de estrés o ansiedad, haz una pausa y concéntrate en la respiración. Inhalando y exhalando conscientemente te ayudará a centrarte y relajarte.
Observación de los Pensamientos:
Observa tus pensamientos sin identificarte con ellos. Esta práctica puede ayudarte a mantener una perspectiva equánime ante los desafíos personales y laborales.
Gestión del Estrés Laboral:
Aplica el mindfulness en el trabajo mediante pequeñas pausas para respirar profundamente, centrarte en la tarea actual y gestionar tus reacciones ante situaciones estresantes.
Comunicación Consciente:
En las interacciones personales y laborales, practica la comunicación consciente. Escucha activamente, presta atención al lenguaje corporal y responde con claridad y empatía.
Aceptación de la Incertidumbre:
El mindfulness puede ayudarte a aceptar la incertidumbre y a mantener la calma ante los cambios inesperados, tanto en la vida personal como en el ámbito profesional.
Establecimiento de Objetivos Conscientes:
Cuando establezcas objetivos personales o profesionales, hazlo con plena conciencia. Conecta con tus motivaciones y vive del proceso, no solo del resultado final.
Reducción de la Reactividad:
Practicando la atención plena, puedes reducir la reactividad ante las situaciones desafiantes, permitiéndote responder de manera más calmada y reflexiva.
Cultivar la Resiliencia:
El mindfulness puede contribuir a la resiliencia emocional, ayudándote a superar los obstáculos con una mentalidad más positiva y adaptativa.
Beneficios sanadores y duraderos
Integrar el mindfulness en tu rutina diaria puede proporcionar beneficios duraderos en tu bienestar personal y tu eficacia laboral. Aprovecha esta práctica para conectar con el momento presente y mejorar tu calidad de vida.