Cuando lideramos o participamos en presentaciones, reuniones, negociaciones u otras formas de comunicación importantes, es esencial proyectar una presencia positiva e impactante. Nos preguntamos cómo sería el entorno cuando nuestra presencia está en su mejor momento y cómo utilizamos nuestra voz, gestos y lenguaje corporal para transmitir nuestro mensaje con confianza y seguridad. Un aspecto crucial es prestar atención a la audiencia, escuchar y observar para poder calibrar su atención y reacción. Nuestra energía también es un factor determinante. Para lograr un nivel óptimo de comunicación, debemos desplegar diversas habilidades y capacidades y ser conscientes de nuestro propio estilo de comunicación para adaptarlo según las necesidades de cada situación.
Nur Garriga
Coach, Terapeuta, Facilitadora, Formadora
y Asesora en PNL y Sanadora en Shamanic Healing
Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar una diferencia positiva en la vida de los demás a través de las palabras y la expresión auténtica, a partir de una comunicación asertiva y afectiva. La comunicación es una herramienta poderosa que utilizamos en nuestra vida cotidiana para expresar ideas, emociones y sentimientos. Las palabras tienen el poder de conectar con los demás, transmitir información e influir en las relaciones personales y profesionales. Sin embargo, a menudo no somos conscientes del verdadero impacto que pueden tener nuestras palabras en los demás y en nosotros mismos. Es fundamental para impactar de manera positiva en nuestras interacciones y transmitir con éxito nuestros mensajes. Cuando ponemos en práctica estas habilidades, somos capaces de crear una comunicación significativa y enriquecedora, que puede influir positivamente en la vida de las personas y en la creación de un entorno armonioso y colaborativo.
La comunicación asertiva es una habilidad clave que nos permite expresar nuestras opiniones y necesidades de manera clara y respetuosa. Aprender a comunicarnos de manera asertiva nos ayuda a evitar conflictos innecesarios, mejorar las relaciones interpersonales y establecer límites saludables con los demás. Podemos expresar nuestros sentimientos y emociones sin ser agresivos ni pasivos, lo que nos permite conectar con los demás de manera genuina y auténtica.
Por otro lado, la comunicación afectiva es un aspecto fundamental para construir relaciones profundas y significativas con los demás. Expresar amor, aprecio y reconocimiento a través de las palabras es una manera poderosa de crear un vínculo emocional sólido con las personas que nos rodean. Las palabras afectivas tienen la capacidad de elevar el espíritu, brindar apoyo emocional y crear un entorno positivo y enriquecedor.
Conoce el poder de tus palabras con la comunicación asertiva y afectiva
Es importante recordar que las palabras tienen el poder de crear y destruir. Una palabra mal expresada o inoportuna puede causar dolor y daño en las relaciones, mientras que las palabras bien utilizadas pueden ser un instrumento para el empoderamiento, la curación y el crecimiento personal.
Por tanto, es esencial ser conscientes de cómo utilizamos nuestras palabras y ser considerados en la forma en que nos comunicamos con los demás. La comunicación asertiva y afectiva nos permite cultivar una comunicación más positiva y armoniosa, fomentando la comprensión y el respeto mutuo.
Algunas técnicas para mejorar la comunicación incluyen escuchar activamente a los demás, ponerse en el lugar del otro para comprender sus perspectivas y evitar el uso de palabras ofensivas o agresivas. Es importante expresar nuestros sentimientos y necesidades con claridad y respeto, y estar abiertos a escuchar las opiniones y sentimientos de los demás sin juzgar. La fuerza de las palabras reside en su capacidad de influir en nuestras relaciones y en nuestra propia experiencia de vida, y la comunicación asertiva y afectiva nos permite construir relaciones más positivas y significativas y enriquecer nuestra vida en todos los ámbitos.